A la hora de elegir una habitación para tus hijos, no siempre tienes muchas posibilidades y es en un único lugar donde deben hacer todo: jugar, estudiar, descansar, leer, dormir… Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
A la hora de elegir una habitación para tus hijos, no siempre tienes muchas posibilidades y es en un único lugar donde deben hacer todo: jugar, estudiar, descansar, leer, dormir… Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Te adelantamos que la clave en cualquier habitación es transmitir la sensación de paz y de tranquilidad. Algo que no es muy fácil de conseguir en un dormitorio infantil ya que, como niños que son, cualquier cosa tiene un motivo lúdico.
¿Cómo hacerles distinguir entre descanso y juego?
Si tus hijos duermen, juegan y hacen todo tipo de actividades en el mismo lugar, es importante que sepan diferenciar cuando es momento de dormir y cuándo, por el contrario, es momento de diversión.
Los colores tienen un papel muy importante en este sentido y, en consecuencia, una psicología propia que influye directamente en cómo percibimos un espacio determinado y como nos sentimos en él. Es por este motivo que las tonalidades que se utilizan en la decoración de las estancias, son muy importantes y pueden hacerles entender a la perfección que cada cosa tiene ‘su momento y su lugar’.
Zona de descanso
¿Sabes que los tonos fríos producen un efecto relajante y de tranquilidad? El azul pastel, el verde y este tipo de colores son perfectos para la zona de descanso. El color azul transmite calma y ayuda a relajar la mente, así como a facilitar la concentración. El verde pastel, en cambio, es ideal para crear ambientes orgánicos y es uno de los colores más relajantes para el ojo humano.
Esto le convierte en una tonalidad ideal para las habitaciones infantiles porque fomenta la concentración pero también la tranquilidad.
Zona de juegos
Si la estancia es lo suficientemente grande, lo ideal es dividir espacios y hacerlo mediante el uso del color, puede ser una gran opción. En la pared donde está la cama podemos emplear tonos más pastel o neutros, que siempre son un acierto o incluso tonos empolvados llenos de serenidad.
En cambio, para la zona de juegos, podemos utilizar colores más fuertes y vibrantes. ¿Cuál es la mejor opción para combinar ambas estancias? Sin ninguna duda, añadir decoración sutil de la tonalidad más vibrante, en la zona pastel, para conseguir una uniformidad visual.
Evidentemente el color no es el único protagonista en esta separación de ambientes y, los objetos de decoración, también ayudan a crear y enfatizar la zona más lucrativa de la habitación.