Este año, una de las cosas que hemos aprendido debido a la crisis del coronavirus es que nuestros hogares deberían estar más preparados para pasar tiempo en ellos. En marzo, cuando las escuelas cerraron y los niños pasaron a dar clases online, muchos padres se encontraron con el problema de que no tenían ni los dispositivos ni el espacio suficiente para poder estudiar los hijos y trabajar ellos a gusto.
Este año, una de las cosas que hemos aprendido debido a la crisis del coronavirus es que nuestros hogares deberían estar más preparados para pasar tiempo en ellos. En marzo, cuando las escuelas cerraron y los niños pasaron a dar clases online, muchos padres se encontraron con el problema de que no tenían ni los dispositivos ni el espacio suficiente para poder estudiar los hijos y trabajar ellos a gusto.
Son muchos profesionales de la educación los que defienden que la habitación debe de ser para dormir y para jugar pero nunca para estudiar. Sin embargo, en la mayoría de los hogares los jóvenes realizan sus tareas escolares en su habitación ya que este es un lugar donde pueden concentrarse mejor ya que otro espacio de la casa como, por ejemplo, el salón favorece más las distracciones.
Si tienes una casa amplia o puedes disponer de varias habitaciones, nuestra recomendación es que destines una de ellas para el descanso y otra para el estudio. Incluso tus hijos pueden compartir habitación y la otra la convertís en una biblioteca /estudio. Seguro que les ayuda a motivarse y se ayudarán muchísimo entre ellos.
De esta manera, en la habitación que destinéis al descanso el espacio que antes ocupaba la mesa ahora lo podéis destinar a los juegos y así aprovecháis más el espacio.
No obstante, no todas las familias pueden disponer de una habitación de estudio por lo que, en el caso de que tus hijos estudien y duerman en el mismo espacio vamos a darte unos consejos para sacarle el máximo partido.