Ser padres es el sueño de muchas personas, pero también el motivo de su ausencia. Hay padres que tienen la suerte de tener hijos que se duermen con facilidad y sueñan plácidamente hasta la mañana siguiente. Otros, en cambio, lidian cada noche con los llantos del bebé y con grandes dificultades para que su pequeño consiga tener dulces sueños.

Si formas parte del segundo grupo, ¡no te apures! Desde el equipo de Garabatos os desvelamos algunos de los consejos que nos han contado papás y mamás a lo largo de todos estos años para conseguir que sus pequeños diablillos nocturnos durmieran de maravilla.

Un baño y algodón para dormir.

El agua templada puede hacer que el bebé se tranquilice y relaje, ¡pero cuidado! En algunos niños el baño provoca el efecto contrario, por lo que puede que este paso no sea apto para el tuyo. 

Después del baño vístele con su ropita de dormir, recuerda que cuanto más cómoda mejor y, sobre todo, apuesta por pijamas 100% de algodón natural, estos tejidos favorecen la termorregulación además de ser muy suaves y agradables. 

El pecho de mamá.

Dar el pecho es la solución natural más antigua y efectiva y tiene su porqué. ¿Has oído hablar alguna vez del triptófano? La leche materna contiene altas cantidades de este aminoácido el cual interviene en la síntesis de la serotonina y la melatonina y provoca un equilibrio en los ciclos de sueño de los bebés, logrando que estos concilien el sueño más rápidamente y con una mayor intensidad.

También hay que tener en cuenta que el acto de chupar relaja a los bebés, de ahí el motivo por el cual muchos bebés consiguen dormirse gracias a su querido chupete. Dar el pecho, un biberón o incluso un chupete son tres buenas formas de devolverle el sueño rápidamente a tu bebé si se desvela en medio de la noche.

El poder de la mecedora.

El movimiento del vaivén de la mecedora ayuda a los pequeños a acompasar su ritmo cardiaco y su respiración, dejándoles en un estado de relajación que propicia el sueño. También es una buena forma de relajar el intestino ayudando contra los cólicos lactantes.

Además, los bebés se sienten protegidos y perciben el cariño de sus padres cuando le cogemos en brazos. Este contacto favorece su relajación, reduciendo la ansiedad de la soledad, y por ende que el bebé consiga dormir.

En Garabatos tenemos una amplia selección de mecedoras, con textiles de diferentes colores y estampados para que elijas la que mejor combine con la habitación de tu bebé.

Establece rutinas. 

Realizar siempre los mismos pasos llegada la hora de acostarse, creando un horario y una rutina facilitará que el bebé concilie el sueño más rápidamente. El niño no solo asociará dichos momentos con la “hora de dormir”, sino que también sabrá anticipar lo que se le viene después y sentirse más seguro y relajado.

Las nanas y la naturaleza.

El sonido de tu voz ayuda a que el niño entre en un estado de relajación, gracias a las endorfinas que liberamos al cantar. Las melodías lentas y suaves son aquellas que más ayudan al bebé, de ahí que los sonidos de la naturaleza, como el canto de los pájaros, la lluvia o las olas del mar, también sean buenos aliados a la hora de acostar al pequeño.

Esta práctica no solo facilita el descanso del niño también mejora el desarrollo de otras cualidades como la creatividad, el rendimiento cognitivo, la memorización o la concentración.

Una buena cuna.

La cuna se convertirá durante un largo tiempo en el mueble más importante de la casa, en donde el pequeño disfrutará de dulces sueños. Un mueble de calidad y seguro y un colchón específico para bebés es esencial si queremos que nuestro pequeño duerma del tirón.

En Garabatos encontrarás cunas creadas especialmente para suplir todas sus necesidades, fabricadas con el mayor mimo para su confort y seguridad y con materiales de máxima calidad para evitar accidentes. 

Esperamos que este pequeño post ayude a que muchos papis puedan dormir mejor a partir de ahora y que sus hijos adquieran hábitos saludables para su descanso y el de los mayores.