Seguro que estos días largos, de horas libres y tiempo para todo excepto para salir de casa, no solo se te están ocurriendo mil cosas que hacer cuando todo termine, sino que también has organizado muchas estancias de casa que tenías pendientes. El típico armario del pasillo con ropa de hace años, el tuyo propio, el trastero, los muebles de la cocina, sus juguetes, la ropa que se le ha quedado pequeña y el cajón del baño en el que siempre dejas todo con prisa. 

Todavía te quedan muchos días y mucho que ordenar pero te has podido dar cuenta de cómo, para mantener un orden, es muy necesario voluntad y espacio o, lo que es lo mismo, ‘que cada cosa tenga su sitio’. Sobre todo en el caso de los pequeños de la casa. Un armario con una única barra para colgar, da lugar a ropa por abajo, zapatos entre medias y cientos de opciones que, de tener cajoneras, podría organizarse de una forma más efectiva. E igual con el espacio para los juguetes, sus libros, cosas del cole y todo lo que guardan entre las cuatro paredes de su habitación.

Aprovechamiento del espacio

En Garabatos sabemos que la capacidad de almacenaje es importante e intentamos optimizar todos los diseños de nuestros productos para que siempre tengan el mayor espacio posible. Cuando el espacio de su habitación es limitado, apostamos por muebles con muchos cajones de forma vertical o por darle el máximo aprovechamiento a sus camas altas introduciendo cajoneras.

También buscamos la funcionalidad de sus mesas de estudio, aprovechando para establecer cajones que puedan ayudarles a dejar todo organizado cuando terminen su tarea. Tanto en habitaciones grandes, como en habitaciones pequeñas, la clave es aprovechar cada centímetro y cada lugar, algo que nos permite nuestra producción de muebles a medida, analizando cada hueco y cada esquina, siempre a una altura y posición fácil y accesible para ellos. Si todo tiene un lugar, estarán más dispuestos a poner cada una de sus cosas en su sitio y siempre que las necesiten, sabrán dónde las han dejado.

¿Por dónde empezamos?

Aunque todo esto es muy necesario, no es suficiente. Para mantener el orden en su habitación es absolutamente necesario enseñarles a hacerlo. A continuación te dejamos unos tips que puedes implementar progresivamente:

1. Establecer una rutina: es importante que sepan qué tienen que hacer y cuando. Las rutinas pueden ser tan simples como hacer cada mañana la cama, guardar la mochila en un sitio concreto siempre al terminar los deberes o poner en su sitio los juguetes, antes de sacar otros.
2. Proporciona asistencia: tiene que saber que estás ahí para ayudarle a poner en marcha la rutina. Puedes incluso inventar una historia que ayude a fomentar el orden y la limpieza, una canción…
3. No utilizar recompensas: el orden de su habitación es importante, no es cuestión de organizar ‘a cambio de’.Esto además les ayudará a fomentar su independencia y funciona siempre mejor si son guiados en el proceso.
4. Enséñale el sitio de cada cosa: tiene que saber el lugar donde debe colocar cada una de sus cosas. Puedes empezar por la ropa, saca cada una de sus prendas y enséñale dónde están guardadas y, por qué no, anímate a enseñarle a doblarla.
5. Etiqueta las cosas visibles: si utilizáis contenedores o cajas para guardar sus juguetes, es recomendable ponerles etiquetas para que sepa su lugar.
6. Organiza de abajo hacia arriba: siempre tienes que pensar que todo ha de estar accesible a su altura. Para fomentar la organización es importante que esté todo a su alcance ya que sino, te necesitarán en todo momento para continuar. El espacio debajo de la cama es un buen lugar para que las cosas siempre queden a su altura.
7. Involúcrate en el proceso: si sabe que estás ahí, les ayudas y, sobre todo, les das razones, nada es ‘porque sí’,pueden comprender mejor la lógica de la organización y mantener su habitación ordenada.

Y te preguntarás; ¿cuándo es el momento de enseñarle? No hay una edad en concreta. Tú, como padre, sabrás cuando es el momento aunque los expertos recomiendan que sea ‘desde bien pequeños’. Cuando son pequeños no entienden el motivo de recoger aunque se lo expliques, lo mejor es que les acompañes y verbalices lo que vas haciendo. Poco a poco llegará el momento en el que lo hagan por sí solos.